La historia de Nespresso comenzó en el año de 1986. Su visión iba más allá del café tradicional soluble, lo que ellos querían era llevar la experiencia de tomar café en casa como si se tratase de una cafetería cualquiera, pero enfrentaban dos problemas muy grandes: vender el producto principal, el cual sería café, y en segundo lugar vender las cafeteras adecuadas para que se pudiera realizar dicho fin.
Hasta este punto suena bastante bien, vender cafeteras y café, pero hay un gran problema, muchas de las personas no estarían de acuerdo en tener que adquirir una cafetera costosa y aparte comprar el café.
Para este punto ya tenían la respuesta al problema, vendieron la marca como un artículo de lujo, su target fueron personas de ingresos medios y altos, a este público no le importaba gastar una pequeña suma de dinero para disfrutar de un buen café.
Nespresso sabía que algún día las patentes sobre las cápsulas y las máquinas expiraría, por lo que ideó un plan genial para que esto no le afectara a sus ventas. En primer lugar se deshizo del negocio de las máquinas para el café, por lo que encargó esta tarea a una empresa asociada y se dedicó a mejorar sus cápsulas, ofreciendo una mayor variedad con mejor sabor.
En segundo lugar comenzó a mejorar el branding de su empresa, se enfocó más en el target que ya tenía planeado desde el principio, así que creó un club de la marca, en donde sus consumidores y suscriptores tienen acceso a una serie de beneficios tales como consejos, artículos, etc. De esta manera, se vendió a la empresa como una marca de élite a la que no cualquiera podría ingresar.
Una vez que se vencieron las patentes, Nescafé utilizó otra empresa para dirigir este mercado a personas con menos recursos creando Dolce Gusto, en donde la principal estrategia fue regalar las máquinas para el café y dejando el verdadero negocio en la venta de las cápsulas para el café.
Fuentes:
https://www.harvard-deusto.com/caso-nespresso-un-modelo-de-negocio-sostenible
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