Una buena estrategia de marketing puede ser la diferencia entre doblar las ventas o salir del mercado por los números rojos, pero eso depende del tiempo de calidad que se le dedique.

A pesar de que todos responderían que la estrategia es algo importante para la empresa, no todas invierten el tiempo necesario para hacer una correcta planeación de ésta; los motivos pueden ser muchos, pero lo importante realmente es saber cómo enfrentar esas excusas y poner en marcha una estrategia que realmente dé frutos para la empresa.

• La mala orientación a las ventas: la mayoría de las compañías solo basan su éxito en el número de ventas que ven reflejado en los reportes a fin de mes, pero realmente no se preocupan por el cliente, lo que piensa, necesita o quiere.
• Falsas creencias laborales: a la hora de elaborar el plan de marketing a seguir, muchos piensan que pasar mucho tiempo encerrados en una sala de juntas va a crear la mejor campaña, cuando en realidad puede surgir en cinco minutos a la hora de comer.
• Decisiones apresuradas: en el mundo que vivimos, es necesario mantenerse al día e ir con las tendencias; esto a veces puede resultar retador ya que las empresas no saben qué se va a volver viral o qué tema nuevo saldrá a la luz; sin embargo, deben de estar preparados para cualquier tipo de noticia o tendencia que aparezca, para poder posicionar tu marca.
• Falta de conocimiento: muchas veces el área encargada de marketing o publicidad no llega a comprender la diferencia de algunas cosas, confunden estrategia con objetivos (“queremos vender más”), con la táctica (“estar presentes en redes sociales” e incluso con herramientas (“tenemos una nueva herramienta para optimizar procesos”).

Es por eso por lo que es necesaria una buena capacitación y conocimiento.

Para poder lograr una campaña exitosa a partir de una estrategia bien cimentada, no es necesaria una fuerte actividad diaria ni una alta dedicación. La estrategia es la que prepara y orienta a la empresa hacia el éxito.

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