Cerca de la temporada de alto consumo, que comprende de finales de año a principios del siguiente, en un sentido contradictorio, y para crear consciencia de un consumo responsable y medido, es creado el «Día de no comprar nada».
La iniciativa de Ted Dave, y con el apoyo de la revista de Adbusters, de Canadá, ha alcanzado 15 años de celebración, en pro de una disminución de los niveles de consumismo en el mundo, a la causa se han sumado 65 países, que celebran el 24 de noviembre, mientras que la nación que la vio nacer, lo hace el 23 del mismo mes.
Además de promover un consumo moderado, el objetivo principal del Buy Nothing Day (BND) es crear consciencia sobre el efecto negativo que se causa sobre el medio ambiente. Festejar este día, va más allá de simplemente no comprar nada, la idea es que las personas se separen por un momento de los contenidos publicitarios y de las tiendas, las formas de aplaudir esta iniciativa van, desde asistir a fiestas o reuniones callejeras, patrocinadas por los mismos ciudadanos, hasta mítines políticos. Todo sea por alejar a las personas de la intención de comprar algo.
Crear un nuevo estilo de vida, es otra las metas que tiene la organización de este evento. Algunos voluntarios establecen celebraciones diferentes, que contrasten con el Día de Acción de Gracias, mismo día en que se lleva a cabo el BND; desfiles de disfraces hechos a mano, clínicas para compradores compulsivos, y pláticas públicas sobre el impacto negativo que genera al ambiente, el consumo; son otras formas en las que se ayuda al crecimiento de este proyecto, que ya tiene más alcance que muchas otras iniciativas en pro de la conservación ambiental.
El primer BND tuvo lugar en 1992, año en el que Adbusters tomó la batuta para la creación y organización del evento, que al paso de los años se ha vuelto parte de más de una agenda política. La situación mundial de nuestros días exige más proyectos así, que tengan como eje principal el combate al sobrecalentamiento global del que, el comercio y el consumismo desmedidos, han sido partícipes primordiales.
A lo anterior, sumemos la tan discutida obsolescencia programada, causante de las toneladas de basura tecnológica que, día a día, sumen al planeta en una problemática, de no saber en dónde tirar todo ese desperdicio.
¿Cuántos Buy Nothing Day necesitamos para entender esto?
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