En nuestros días hay una enorme competencia en el mercado, existen una gran cantidad de marcas compitiendo entre sí para llevarse la preferencia del público, crear una marca tomando en cuenta esta situación es algo complicado, por lo que los empresarios deben  implementar diferentes estrategias, para no terminar destruyendo sus marcas y que éstas se mantengan vigentes en el mercado.

Es por ello que aquí te hacemos algunas recomendaciones, para no destruir una marca.

Mantener la consistencia siempre; si la marca pierde solidez, a través de sus canales de comunicación, seguramente se irá para abajo. Esto no se logra solamente desde el departamento de marketing, sino que se debe conseguir con el apoyo de todas las áreas de la empresa para elaborar una estrategia en común.

No sirve de nada dejarse llevar por la última tendencia, siempre hay que mantener la marca anclada a sus raíces, evitando que se la lleve cualquier crisis.

Tener presente que el entorno actual está basado en lo digital, la clave es el storytelling y el branded content; de nada sirve contar algo si no se respalda adecuadamente con los hechos, por eso lo que importa es el storybuilding ya que implica conversación y participación.

Hay que construir la experiencia de marca a través de las personas, los empleados, directivos de la empresa y los clientes; es necesario establecer métricas para conocer cómo evoluciona la experiencia y vincularla.

Un riesgo es sobreextender el portafolio de marcas, tener un exceso de cartera de productos reduce la rentabilidad, siempre tiene que existir una estrategia, si no se tiene, la marca está completamente muerta.

Debe de existir un propósito; en una marca es muy importante lo que se hace y cómo se hace, pero sobre todo el por qué se hace.

Hay que contar con una cultura interna, una clave es comunicar los valores de la marca a los empleados y convertirlos en defensores de ellos.

Las marcas las hacen las personas que están en la compañía. Porque ellos son quienes las trasladan.

La marca debe de estar pendiente de las tendencias del mercado y analizar la competencia, para eso debe adelantarse a ella y mirar siempre más allá.

La reputación es el mejor activo de la compañía, los principales riesgos reputacionales son los de índole natural, aquellos que están determinados por el entorno; la confianza es fundamental entre las marcas y el mercado, hay que ganarse día a día una buena reputación.

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