Entender la publicidad sin una imagen femenina es casi inconcebible. Desde tiempos remotos hemos estado enganchados a la idea de: «El atractivo femenino» o «El que no enseña no vende», ideas que en sí son acertadas para los propósitos mercadológicos, pero que, al mismo tiempo, son causantes de instaurar una imagen peyorativa de la mujer.
Hablemos de la mujer mexicana en la publicidad.
Los medios de comunicación, durante años han proporcionado a las masas la imagen perfecta de la mujer o el concepto mujer, un juicio que no representa el fenotipo mexicano y optan por los rasgos caucásicos que, a su vez, dirigen el pensamiento a la sexualización de la mujer.
Si bien un comercial, fotografía o cualquier otro material publicitario, requiere de una imagen afín a la marca, en México siempre se opta por modelos con rasgos extranjeros.
Usar la imagen femenina en las producciones publicitarias tiene un solo objetivo: escandalizar a las audiencias; por ejemplo, en un comercial de coches deportivos pareciera que el comprador además del coche se está llevando una modelo de belleza extrema, en ese mismo sentido nos encontramos con mujeres desnudas o semidesnudas en comerciales de perfumes o cosméticos, y así provocar emociones sexuales en los televidentes. En este mismo sentido podemos encontrar representaciones de mujeres iletradas, que requieren ser rescatadas o auxiliadas por alguien más, otro ejemplo de la despectiva imagen femenina, radica en los productos de limpieza que, en sus contenidos, ocupan mujeres que cumplen con la opinión de la mujer abnegada.
México tiene serios problemas de violencia de género, que con el pasar de los años están por todo el país. Acorde a esto, la publicidad y lo medios de comunicación juegan un papel importante en la creación del fenotipo nacional, mismo que podría ser causante de la denigración que se ejerce sobre ellas.
Así opina Hortensia Moreno, del Programa Universitario de Estudios de Género, de la UNAM:
«El cuerpo femenino en términos de su objetualización sexual, siempre será atractivo para los consumidores, pero al considerar que la función más importante de una mujer es su físico, su atractivo o apariencia superficial externa, ahí hay un racismo.»
¿Será momento de optar por nuevas formas de hacer publicidad?