Cada día es más común que jóvenes y no tan jóvenes busquen iniciar una empresa, para dejar a un lado el ambiente de oficina con horarios marcados y jefes que no nos agradan.
Los entrepreneurs son personas con ideas nuevas y revolucionarias que inician empresas nuevas, con formas de trabajo adaptadas a la vida actual; el principal obstáculo para el desarrollo de estas ideas es exactamente el inicio, darle forma y organizar todo lo necesario para poder arrancar su proyecto.
Aquí te presentamos diez puntos importantes que debes de tomar en cuenta para iniciar tu propia empresa:
Segmentar es fundamental. El emprendedor debe elegir muy bien el nicho de mercado, en el que pueda desarrollar una posición competitiva más fuerte y realmente diferencial.
Conocer muy bien las necesidades y las preferencias de los clientes (actuales y potenciales). También es importante saber quién toma la decisión de compra y sus razones para ello. Si tanto el emprendedor como sus colaboradores conocen bien cómo piensa y qué necesita su cliente, el negocio tendrá muchas más probabilidades de éxito.
Hay que conocer quién es la competencia, qué hace y cómo lo hace. No basta con tener una ligera idea de su negocio, se deben analizar las debilidades, fortalezas, oportunidades y amenazas, muy cuidadosamente.
Elegir un socio. Por tanto, es recomendable tomarse el tiempo necesario para decidir. Pero una vez que esté tomada la decisión hay que sacar el máximo partido de las capacidades complementarias, colaborar todo lo que se pueda, y maximizar el valor de la inversión para los socios.
Identificar nuevas oportunidades e innovar es, sin duda, el reto más importante al que se enfrenta el emprendedor, una vez que ha conseguido poner en marcha su proyecto. Por ello, conviene tener previsto un plan que ayude a identificar dichas oportunidades, evaluarlas, y seleccionar las que sean viables y tengan sentido para el negocio.
El marketing es una potente herramienta. El emprendedor necesita un Plan de Marketing que establezca a su vez, planes en el corto y en el medio-largo plazo.
Controlar muy bien el alcance del porfolio de productos y servicios: añadiendo o descontinuando, aquellos que generen nuevas oportunidades o sean un lastre para el negocio, respectivamente.
Si no comunicas, no existes: Ahora es más fácil y más barato que nunca para un emprendedor utilizar las herramientas de comunicación que le permitan construir una marca fuerte, en los segmentos de mercado elegidos.
El uso intensivo de la tecnología: Por la potencial reducción de costos, por la mejora del servicio de atención al cliente, o bien por el óptimo aprovechamiento de la información que se obtiene por diferentes canales.