La forma primigenia del comercio, el trueque, está retomando lo que un día le perteneció. Esta antigua forma de transacción cesó su existencia con la llegada de los valores económicos o monetarios, sin embargo, cuando parecía que estaba dando sus últimos signos de vida, cual ave fénix, regresó a la cotidianidad.
Con la llegada de Internet y las redes sociales, las actividades comerciales se vieron envueltas en cambios que dejarían atrás todo lo conocido, pero su aparición no fue tan destructiva como se pensaba, por el contrario, dieron formas diferentes a las técnicas comerciales y abrieron otras vías al desarrollo de relaciones comerciales.
El «trueque moderno» tiene su centro en la idea del consumo consciente: buscar productos de segundo uso en buen estado, para evitar la compra de nuevos, y reducir el impacto ambiental. Bajo esta premisa, el trueque abarca más que el espectro de compra o satisfacción de necesidades. Antes mencionamos que el arribo de las redes sociales dieron pie a nuevas formas de comercio, en este sentido, el trueque ya no encuentra limitación alguna para su ejecución, por ejemplo, en la antigüedad se establecía que el intercambio debía ser de la misma naturaleza; en la actualidad esto ya no es así. En Facebook existen grupos locales de trueque en los que, además del canje de bienes, las combinaciones son permitidas; es decir, se puede intercambiar algún servicio por un bien o viceversa.
Otra limitante con la que se encontraban nuestros antepasados era la distancia, para nuestros tiempos eso ya no es impedimento para construir relaciones comerciales. Por ejemplo, podemos ofertar algún mueble o electrodoméstico en México y recibir ofertas de China, mismas que tal vez no propongan un cambio de bienes sino uno de servicios. La comunicación actual es realmente ilimitada, gracias a las nuevas tecnologías, en suma, los servicios de paquetería y mensajería tienen una extensa área de cobertura y hay tantos, que no es necesario pagar mucho por el envío de mercancías.
Si bien la comunicación digital ha dado nuevas formas de hacer trabajos de mercadeo, también ha producido diversas vías de contratos mercantiles.