Los avances tecnológicos han hecho que la vida sea más apresurada y por tanto el mensaje en los contenidos debe ser más concreto y específico, tal tendencia ha llegado al trabajo mercadológico, desarrollando en su paso una forma minimalista de hacerlo.
Hablemos de la mercadotecnia minimalista.
La premisa general de este concepto es separar en sus elementos más sencillos algún objeto, y ordenarlo de tal modo que se muestre uno nuevo con elegancia y sencillez, pero sin perder la esencia original, por el contrario, crear diferentes sensaciones en cada individuo que la aprecie. Así podemos ver que el diseño de materiales publicitarios es más sencillo, y con lo necesario para ser entendidos por el público objetivo.
Si bien parece tener cierta facilidad para su creación, este tipo de esfuerzos requieren de precisión en el uso de los elementos, mantener el mensaje en cada uno de ellos y entablar una relación directa con la audiencia, además de que deberá de ser colocado o ubicado en los puntos estratégicos para llegar a las personas correctas. Puntos que pueden aplicarse a cualquier método de mercadotecnia, pero que de no ser insertada de forma correcta, puede tener resultados negativos para la empresa y dejar una mala imagen en la mente de los consumidores.
El diseño, como antes dijimos, debe ser preciso, ya que de éste depende que los consumidores entiendan el mensaje; mensaje que debe estar bien establecido, cubriendo todos los posibles puntos de fuga que pudiera haber en la apreciación de las audiencias. Usar imágenes retóricas como en la publicidad BTL (Below the Line), puede ser una técnica parecida, sin embargo se debe ser cuidadoso con su uso, ya que podrían no empatar con la idea general, o dar un mensaje erróneo.
La publicidad o mercadotecnia minimalista está enfocada en la creación y transmisión de ideas, más que en la de conceptos. ¿Te atreves a incursionar en esta área?