Al principio, las empresas no consideraban para nada la opinión de sus clientes; poco a poco esto ha cambiado, debido a que las marcas se han dado cuenta de que entre más escuchen a sus consumidores, mejor será la respuesta de estos hacia su producto. Es de esta línea donde nace la co-creación; en este nuevo concepto ya no basta con escuchar las opiniones de tus clientes y guardarlas en un archivo, esta tendencia busca que los usuarios realmente se integren en la elaboración y modificación de los productos.

Para llevar a cabo este proceso es necesario entablar una comunicación bilateral con los usuarios que nos ayudarán con sus ideas, necesidades y experiencias, para crear los nuevos productos; esta comunicación puede ser virtual o presencial, pero es importante que sea cercana y que sea realmente aplicada.

La co-creación puede llegar a confundirse con el crowdsourcing, ya que tienen características muy similares, sin embargo, lo que las diferencia es que, en este nuevo concepto, las opiniones no son solo escuchadas, si no aplicadas en nuevos productos.

Heineken es uno de los pioneros en este tema; convocó a algunos diseñadores para trabajar de manera conjunta con ellos, y crear un pop-up de su campaña.

De la misma forma, Nivea fue considerando cada vez más los comentarios de sus usuarios hasta llegar a co-crear el desodorante black and white .

De esta forma, las marcas reciben como pago unos clientes que no solo se sienten más comprometidos con tus productos, si no que se incrementa su lealtad, al saber que los estás tomando en cuenta. También se obtiene una ganancia económica, dado que el producto nuevo realmente satisface a tus consumidores, logrando que las ventas de éste aumenten, además, al sentir que ellos participaron en la creación, sin saberlo te ayudarán a que llegue a más personas, creando nuevos mercados para tu producto.

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