Todos estamos acostumbrados a escuchar la típica frase de “El cliente siempre tiene la razón”, sin embargo, estos dichos esconden diversas verdades, entre ellas que los compradores también tienen su lado oscuro.
Por eso te damos seis motivos, que demuestran que el cliente no siempre tiene la razón, como todos pensamos…
Cuando el consumidor demanda mirar libremente
Muchas veces los clientes potenciales insisten en que no necesitan la atención de los trabajadores, antes de haber considerado si comprar o no el producto.
Cuando el consumidor demanda un comportamiento no ético
Por desgracia, la corrupción se está convirtiendo en uno de los temas más comentados del día a día. Mientras que el soborno es el precio que hay que pagar en algunos negocios de determinadas partes del mundo, es siempre un error trabajar con empresas que no actúan de manera ética, ante esto, la única solución es negarse a trabajar con estos delincuentes.
Cuando el consumidor es un intolerante
Sorprendentemente, todavía hay ejemplos de personas que no hacen negocios con mujeres o con personas de otra raza. Eso sí, no se le ocurra negociar con este tipo de individuos.
Cuando el consumidor compra por una razón errónea
A veces, los responsables compran cosas por razones personales, más que por razones de negocios. Lo único que debe hacer, es retirarse de estas falsas oportunidades.
Cuando el consumidor es abusivo
Muchos vendedores han tenido que soportar la ira y los gritos de sus clientes, tolerados por el pensamiento de que ellos siempre tienen la razón. En cambio, los clientes también se equivocan y por tanto, hay que dejar claro que no se tolerará ningún comportamiento poco profesional.
Cuando el consumidor incumple un acuerdo
Los clientes a veces hacen promesas que no respetan, algunas justificadas, pero igualmente poco honradas. Quizás al primer incidente hay que dar al cliente un pase, pero al segundo, ¡olvídese!