Desde hace mucho se habla de estrategias de e-mail marketing, sin embargo, su uso y efectividad siguen vivos y con buenos resultados. En su defecto, no recibiríamos tantos correos.  Este tipo de estrategias ha tomado nuevas formas para cumplir su cometido.

Pensemos por un momento en la cantidad de veces que abres tu correo al día, por la razón que sea, ver anuncios o correos con información de nuestro interés, es la clave para dirigirnos a un sitio. De ahí que el e-mail marketing sigue vivo y con grandes esperanzas. Aún cuando las aplicaciones de mensajería instantánea dominan el mercado actual, las marcas no pueden enviar, aún, mensajes patrocinados o dirigidos a usuarios específicos, por ejemplo un newsletter de ofertas. El cual está diseñado para informar de los productos, por los que alguna vez nos vimos interesados. Un ejemplo más específico pueden ser los correos enviados por los bancos, que contienen información personal y anuncios con ofertas acordes a nuestro comportamiento financiero; información que no podría ser enviada por otro medio digital.

Quien se plantea la idea de ejecutar una estrategia de e-mail marketing, debe considerar las leyes sobre datos personales que establezcan las autoridades locales, además de las restricciones o condiciones que sus clientes o usuarios, dispongan para recibir tales correos electrónicos. Además de contar una basta base de datos, que contenga la formación actualizada de cada cliente. Este punto es primordial para no caer en errores, al momento de enviar un correo con información errónea o inadecuada.

El diseño de los contenidos que compondrán el cuerpo del correo, también debe ser seleccionado con sumo cuidado, de lo contrario la información podría terminar marcada como spam. La redacción va de la mano con este punto, ya que los clientes o consumidores no quieren leer o consumir más información publicitaria, por lo que el texto deberá ser meramente informativo. Asimismo, el asunto debe ser conciso.

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