La artista japonesa comenzó a interesarse por el arte desde temprana edad, fue influenciada por el arte pop y el minimalismo, su estilo propio es creado, tomando como base su personalidad obsesiva.
Se inició desarrollando obras semi-abstractas y series, produjo pinturas influenciadas en expresionismo abstracto; de la pintura pasó a las esculturas blandas y luego a los performances en vivo y happenings, en los cuales se pintaba a participantes desnudos, con lunares de colores brillantes, transformándose en una gran figura de la cultura neoyorquina.
Produce obras en diferentes medios, a lo que ha sumado la publicación de varias novelas, poesías y una autobiografía, que fueron reconocidos por grandes museos en el mundo, lo que la ha llevado a ser conocida como la artista viva más célebre de su país.
Los puntos en la obra de Kusama, tienen representaciones de las alucinaciones que sufre desde pequeña; en su arte está plasmado el mundo que le venía a la cabeza, nublado por una red infinita de círculos.
Kusama es considerada una revolucionaria en todos los sentidos, la muestra «Obsesión Infinita», fue curada por Philip Larratt-Smith y Frances Morris, ha sido expuesta en Brasil, México y Argentina y se encuentra actualmente en Chile, en la sala de exposiciones Corpartes.
Los trabajos exhibidos en la exposición, fueron creados entre 1950 y 2013, y dan cuenta del camino que ha hecho Kusama durante sus 60 años de carrera, un recorrido que va, desde el ámbito privado a la esfera pública, desde la pintura al performance, desde el taller a la calle.
Cada una de las piezas presentes en esta exposición, fue creada pensando en que el espectador interactúe con ella y se haga parte del mundo surrealista de esta artista.
Kusama logró volver del arte un éxito comercial, gracias a su trabajo, siempre minucioso y reiterativo, buscando alcanzar el espacio infinito y sugiere una reflexión acerca de los límites que vemos, en el lugar que habitamos.