Por atractivo y no por calidad

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No importa en cuándo ni en dónde nos encontramos, vivimos bajo una gruesa capa de material publicitario, todos los días, todo el tiempo somos víctimas directas o indirectas de la mercadotecnia, y los efectos se reflejan en nuestros hábitos, estilo y necesidades de compra.

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La frase «Lo barato sale caro» es parte de nuestra formación como consumidores, sin embargo, su objetivo no siempre es cumplirlo. Cuántas veces no compramos algo de dudable calidad a precios excelentes; es decir adquirimos bienes y servicios, casi innecesarios, con altos costos. Uno de los tantos ejemplos de bombardeo publicitario y mercadológico es justamente eso. Las compañías establecen estrategias de compra, que superen a los precios, sustituyéndolos por experiencias, imagen, servicios de post-venta o simplemente por causa de un buen trabajo publicitario.

Por ejemplo, las tiendas o grandes centros comerciales hacen estrategias de «experiencia de compra» sobre precios, valiéndose de música, colores, arquitectura del lugar, ubicación e imagen consiguen que entremos en la disposición de gastar. En entrevista para VICE, el doctor Gorkan Ahmetoglu, profesor de Psicología en la UCL, dice que varias pruebas demuestran que tenemos mayor disposición de gastar grandes sumas dinero, si nos encontramos en ambientes relajados, con la música adecuada, que apoya tal estimulo; en el mismo sentido Ahmetoglu señala que la música estridente y rápida, pone en alerta nuestros sentidos y nos pone en un estado de ansiedad, por lo que nos movemos más rápido.

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Lo anterior señala que los materiales publicitarios ejercen efecto sobre nuestra disposición de comprar. Sin embargo, existe un margen de riesgo para las empresas, al tratar de ponderar el precio sobre la calidad; cuando los consumidores descubren el engaño del que fueron víctimas, y el servicio de garantía o post-venta no es el adecuado, comienzan los reclamos y la reputación se verá comprometida.

Quien se atreve a implementar este tipo de estrategias debe entender dos reglas básicas:

  • Si la aceptación de lo que pagas es alta, también la expectativa de calidad, servicio y atención que vas a recibir.
  • A un precio mayor se le supone un valor mayor.

@38consumer

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