¿Qué es el consumo colaborativo?

El fin de semana es puente y decides pasar unos días en Querétaro, así que rentas una recámara en una casa cerca del centro; para llegar, compras un boleto de autobús que incluye el recorrido a los viñedos, seleccionas tu asiento y el horario que más te conviene; al llegar a la ciudad, decides compartir un auto para que te lleve a donde te hospedarás; tienes hambre y entonces buscas alguna opción de comida con servicio a domicilio.

¿Te suena familiar esta situación?

Bueno, pues de eso se trata el consumo colaborativo.

Antes de que internet llegara, el realizar estas acciones no hubiera parecido muy sensata, ya que no podrías confiar en alguien para dormir en su casa, o que fuera contigo en el mismo auto, sin que lo conocieras; gracias a las apps, esto es posible y se está popularizando entre la población logrando un gran crecimiento.

El término Consumo Colaborativo se define como cualquier acción de compartir, intercambiar, prestar, alquilar y regalar, a través del smartphone o Internet. La mayoría de las diferentes soluciones que han surgido se pueden clasificar en uno en los siguientes tres tipos:

  1. Democratización de productos

Aquí los usuarios pagan por el beneficio de usar un producto, sin la necesidad de poseerlo directamente. Por ejemplo: http://www.vbike.mx/

  1. Nuevas formas de redistribución

Una alternativa para “reducir, reutilizar, reciclar, reparar” es el intercambio directo entre particulares, de bienes usados ​​o de segunda mano, a veces sin costo alguno, otras veces a través de un trueque o la venta por dinero en efectivo. Tal es el caso de:  https://www.verdepermuta.com/

  1. Nuevas vías de colaboración

Son las páginas web y las aplicaciones que conectan personas con necesidades o intereses similares, para compartir e intercambiar activos menos tangibles, como el tiempo o las habilidades. Como esta página: https://publi.co/

El éxito de la economía colaborativa se debe a las múltiples ventajas que ofrece. Los propietarios de los servicios o bienes que no hacen pleno uso de ellos, pueden obtener una ganancia, mientras que los inquilinos por su parte, pagan menos que si lo compraran. Muchos servicios también aportan beneficios ambientales, ya que alquilar un coche, en lugar de ser el dueño de uno, significa que se requieren menos coches y menos recursos para su fabricación. Y para otra gente, conocer a nuevas personas mientras permanecen en su hogar, ofrece nuevas formas de hacer networking, todo con la seguridad que ofrecen las plataformas emergentes, gracias a sus sistemas de comentarios y valoraciones bidireccionales.

Al ser una forma nueva de comercialización, aún no se encuentra regulada por completo, en países europeos, son las empresas más consolidadas las que buscan que este tipo de startups paguen los mismos impuestos que ellos. La polémica comienza con la pregunta: ¿Deben los propietarios pagar los mismos impuestos que los hoteles de lujo?

El éxito de esta economía se debe a que los servicios buscan mejorar la eficiencia de costos, la facilidad de acceso y de compartir las interacciones sociales. Esto ha “despertado” a los comercios tradicionales, que no han dudado en emplear todos sus esfuerzos en la promoción de sus puntos fuertes. Así, por ejemplo, muchos hoteles tradicionales están ofreciendo descuentos adicionales, desayunos gratuitos, o cancelaciones sin costo adicional. Y varias aerolíneas han empezado a ofrecer upgrades, equipaje de mano sin costo adicional o cambios de horarios de vuelos gratuitos.

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