Cada día vivimos más conectados a la publicidad, que se encuentra casi en todas partes, resulta prácticamente imposible poder escapar a ella. A pesar de la existencia de numerosos dispositivos y medios de comunicación, la televisión continúa posicionada como una de las mejores plataformas, cuando se trata de llegar a grandes masas de público.

Captar y seguir teniendo la atención del espectador, es una tarea cada vez más complicada, gracias a los  avances tecnológicos, es por esto que resulta prioritario ofrecer una publicidad con historias claras, optimistas y fáciles, que puedan enganchar a los espectadores.

También existen los iconos de marca, que ayudan a tener un vínculo de forma sencilla, con el contenido creativo que se presenta, todos los anuncios cuentan con un legado que gira alrededor de este icono de marca, para ser reconocido por todos.

Mediante estudios se ha identificado que los espectadores muestran mayores índices de compromiso, con un anuncio, durante sus diez primeros segundos, y en estos debe construir una conexión emocional con el público.

Existen dos formas de comprar la publicidad en televisión:

La compra a descuento

En este caso, la cadena de televisión pone una tarifa fija para un programa o un horario de un día en concreto, y el anunciante negocia un descuento para emitir el anuncio.

Ventajas:

• Flexibilidad de compra, respecto a programas y días de emisión.
• Si la audiencia del programa sube por encima de la media, se paga lo mismo.

Desventajas:

• Se corre el riesgo de que baje la audiencia y se siga pagando lo mismo.
• Tiene menor capacidad de negociación.

Compra a costo GRP

Se negocia con la cadena un costo por cada GRP (Gross Rating Point), que se consiga para un target ofrecido. En esta negociación se incluyen variables cualitativas y cuantitativas.

Ventajas:

• Solo se paga lo que se emite, con lo cual, sí bajan las audiencias no se ve afectado el presupuesto.
• Relativa seguridad a la hora de alcanzar unos índices de cobertura.

Desventajas:

• Menos flexibilidad de compra, en términos de programación, debido a las condiciones de compra de las cadenas.

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