La estrategia Pixie Hopkins

El gran imperio de Pixie Hopkins tuvo lugar en la década de los 70, quedando marcado en la cultura mexicana, forjando un look y negocios prósperos.

Su nombre se encuentra muy arraigada entre nosotros, fue de las pocas empresarias exitosas del México de los años 70. Cuando alcanzó la cúspide del crecimiento, la firma de Pixie tenía 42 tiendas.

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Hopkin se asoció como inversionista y diseñadora, a industrias Capilares de México, que Elías Calles tenía en Tijuana y que exportaba pelucas de pelo natural, desde China a Estados Unidos.

En esos tiempos, México era un terreno virgen, no había tanta regulación, ni importaciones, ni la competencia entre marcas. Uno podía hacer lo que fuera, ya que los medios costaban mucho menos para anunciarse.

La estrategia principal de promoción fue la compra de espacio en televisión en el programa Siempre en Domingo, que conducía Raúl Velasco.

Mr. Pix fue una línea de peluquines hechos con pelo natural, cuya mercadotecnia fue lo opuesto de las pelucas discretas. La moda de esos años era tener patillas muy grandes, así que la empresa lanzó patillas de pelo natural, tejidas a mano sobre una malla fina.

De ahí sacaron bigotes y pecheras de pelo, que resultaron muy exitosos y cuyas ventas se disparaban en Semana Santa.

Después de unos años, la compañía convertida en franquicia, ya contaba con 42 tiendas, el mercado nacional llegó a tener 5,000 puntos de venta, en su mayoría farmacias.

Pixie, además, exportaba boutiques de Estados unidos, posteriormente ya no fue posible comprar tiempo en Siempre en Domingo, sino sólo transmitir anuncios grabados de medio o un minuto.

Después de las pestañas vino la época de la ropa, las instalaciones de Tijuana seguían en pie y se convirtieron en fábricas de ropa, un proceso que llevó casi dos años.

Fue la primera línea de ropa que planteaba todo un estilo de vida, con accesorios, todo pensando con un concepto integral nunca antes visto en México.

Tras permanecer un año en Irlanda, Hopkin regresó a México, comenzó a diseñar para Liverpool y para el Palacio de Hierro. Con sus marcas propias, en 1996 montó en Nueva York la oficina de compras de El Palacio y en 2000 retornó a México para asesorar al departamento de damas.

Al ser contagiada por la fiebre digital, está creando nuevos conceptos, Pixie es única y su nombre es una leyenda.

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@38consumer

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