Durante la segunda mitad del 2017, el mundo atravesó una temporada conflictiva en lo que a fenómenos naturales se refiere. En México tuvimos dos sismos de alta magnitud que dañaron severamente la parte centro y sur del país; la ciudadanía, el gobierno y el sector empresarial, han trabajado en forma conjunta para levantar al país.
Respecto al último actor en la ayuda para esta catástrofe, el sector empresarial ha dado mucho de qué hablar ya que por diferentes medios hemos visto su aportación; aportación que desde el punto de vista mercadológico no es más que parte de su estrategia, y eso es de lo que vamos a hablar este día.
Si bien ejemplos de altruismo corporativo existen varios; eventos, fiestas, colectas, duplicación de donaciones; en su mayoría buscan afianzar el lazo de fidelidad con sus consumidores, mejorar su imagen ante el mercado, o cumplir con el aspecto de responsabilidad social. Las compañías han establecido, en esta última ocasión, una significativa participación en medios digitales, mismos medios que a más de una empresa han presionado para realizar algún tipo de donación.
Tomando un ejemplo concreto están los bancos, que hacen una aportación por cada peso que la ciudadanía done. La donaciones en nuestro país se han visto malversadas luego de algunos escándalos que el Teletón ha generado. Dicha acción puede ser tomada como un acto de solidaridad, sin embargo, en el fondo es un esfuerzo de marketing social. Una práctica que pretende mejorar la imagen de la empresa ante el público, y generar una mayor aceptación.
En el ejercicio de este tipo de marketing, podemos destacar el uso desmedido de recursos digitales para promover sus acciones de filantropía. Pero este tema tiene dos vertientes, en la primera están aquellos que no fueron dañados de forma alguna por el desastre, quienes tienen el alcance los contenidos y anuncios que las empresas hacen, para llamar a la acción solidaria; son ellos el objetivo, mientras que los damnificados hacen caso omiso o no son capaces de apreciar los mensajes, puesto que se encuentran ocupados, resistiendo al embate de la tragedia.
Hay una contraparte en este tema: son las empresas cuya imagen ha sido golpeada, por ejemplo las constructoras de los edificios derrumbados y aquellos con daños graves. Otro ejemplo es la tienda de ropa Bershka, cuya estrategia de trademarketing fue mal vista por el diseño, y esto causó algunos malos comentarios en redes sociales y la empresa tuvo que quitarla de inmediato.