La vida de un negocio requiere de la creación de planes y su correcta aplicación, tanto en forma como en tiempo. Uno de los tantos que se trazan, está el de la comunicación integral, una disciplina que pocos aplican, pero que es crucial para el desarrollo de un negocio.
Entender el funcionamiento de esta materia no es sencillo, ya que antes hay que dominar la publicidad, relaciones públicas y el marketing, elementos que en su conjunto, han de formar el concepto de comunicación integral.
Diseñar un plan de comunicación integral, inicia con la aplicación del marketing, detectando una necesidad y poniendo a disposición del público un producto o servicio que lo satisfaga en tiempo, manera, forma, precio, y por el canal adecuado, de forma rentable; luego, con la publicidad, creando contenidos comerciales e informativos que transmitan un mensaje, un beneficio, y convenzan al público sobre el concepto creado en el paso anterior; y finalmente entran las relaciones públicas, con la finalidad de interactuar con el mercado y el público en general.
Parece una tarea sencilla, sin embargo, aquí es donde muchas empresas fallas, combinar tres disciplinas para emplear una nueva no es cosa fácil, y menos cuando quienes la han de ejecutar están casados con sus propios conceptos e ideas profesionales. Algunas publicaciones especializadas, mencionan el desarrollo de un plan, de la siguiente forma:
Relaciones públicas:
- La definición de la identidad corporativa: es decir, lo que es la empresa, sus objetivos corporativos y principios. De ahí se extraerán los atributos de identidad que hay que proyectar al mercado.
- La imagen percibida actualmente: lo que el mercado percibe hoy en día de la empresa.
- La imagen ideal de la empresa: lo que queremos transmitir a los diferentes mercados, debe responder a un plan estratégico de imagen, en el que deben quedar establecidos los target diferentes, a los que dirigir las acciones de comunicación, con una estrategia propia y específica para cada uno de ellos.
Publicidad:
- La definición de objetivos de comunicación más adecuados, para transformar la imagen actual de la empresa, en la imagen ideal para cada uno de los públicos.
- La definición de la estrategia de medios y de mensajes, que mejor se adapten a la consecución de los objetivos previamente definidos.
- La definición de un calendario de actuación, y la evaluación de los costos de las acciones propuestas, así como de un instrumento de control para realizar un seguimiento del plan.
Marketing:
- Apoyar y reforzar la labor de los departamentos de ventas y marketing.
- Preparar y supervisar las acciones puntuales de promoción y marketing, de los productos o servicios que representa.
- Mantener un clima permanente favorable hacia los productos o servicios, que representa, mediante acciones de postventa, preventa, atención a clientes, etcétera.
- Establecer un buen clima laboral, y conseguir en los empleados el espíritu e imagen que la empresa pretende en el exterior.
- Conseguir que ningún problema altere o perjudique la imagen de la empresa, en el ámbito social.
Es claro que, entre cualquiera de las formas que antes mencionamos para concebir un plan de comunicación integral, el objetivo principal es mejorar la imagen corporativa, que a su vez mejore la posición del producto o servicio en el mercado, así como en los medios. Comprender su importancia y el valor que tiene para el futuro de la organización, es la clave para proyectar las tareas de esta materia.