El término empaque se usa para nombrar a todos los recipientes que sirven para envasar los productos, para su venta al consumidor.

La historia de los empaques inicia cuando nuestros ancestros empezaron a valorar sus bienes; la necesidad de protegerlos los llevó a usar jícaras, piel de animal y hojas, como envoltorios. De esta forma es como nace el empaque.

Tiempo después, los curanderos comenzaron a empaquetar su mercancía en envoltorios de papel, grabados con sus firmas, y también las tabaquerías usaron empaques impresos para sus productos.

A finales del siglo XVIII, los empaques eran grabados de manera artesanal, en imprentas de madera con papel hecho a mano.

Es así como en el año 1798,  ya existía cerveza embotellada, condimentos y ungüentos, por lo que da inicio la industria del empaque en América. En ese entonces se empezaba a utilizar la máquina para hacer papel.

Los ferrocarriles y barcos de vapor, facilitaron el desplazamiento de mercancías desde lugares remotos, esto se tradujo en la posibilidad de que las familias  pudieran comprar grandes cantidades de productos a precios razonables, los cuales ya venían bien empaquetados.

La comida enlatada es un claro ejemplo de un producto básico, cuya popularidad trascendió a través de los siglos, todo esto gracias a su empaque ligero, resistente, y lo suficientemente barato como para tirarlo después de ser usado.

La publicidad ha sido un factor importante para la industria del empaque; a finales del siglo XIX, pueden verse ilustraciones de productos en las que se muestran los empaques de la época, demostrando que un envase atractivo, no sólo protege el contenido, sino que también ayuda a venderlo.

Existen una gran cantidad de productos que, a principios del siglo XIX, eran considerados de lujo, pero pasando el tiempo fueron vistos como bienes comunes, para ese entonces, todos los materiales básicos de los envases que hoy usamos, se empleaban de manera regular. El plástico llegó en el año de 1912, a revolucionar el mundo del empaque.

@38consumer