Los comerciales más caros de la historia

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De la importancia de la televisión como medio publicitario y promocional de ventas, hemos hablado varias veces en este espacio, y es que a pesar de que hoy atraviesa una faceta de pérdida ante Internet, no podemos dejar de considerarla como el medio por excelencia para llegar al mercado ideal.

Hablemos de los comerciales de televisión más caros.

En 2002, Pepsi lanzó un comercial protagonizado por Britney Spears, quien a la fecha no deja el título de princesa del pop y que para aquellos años, recién terminada la década de los 90’s, seguía siendo un referente del mundo. La compañía de refrescos invirtió 8.1 millones de dólares para el desarrollo de su comercial, en el Super Bowl de aquel año.

 

Doce millones de dólares fue el costo del comercial que Chrysler colocara en el Super Bowl de 2011, el que titulaban Imported From Detroit. Dicha producción es protagonizada por Eminem, además de que la música que acompaña el comercial es de su autoría; el comercial hace uso del entorno social de la ciudad en donde se fabrica, creando una narración con una mezcla de elegancia.

 

Aviva, una compañía de seguros que recién cambiaba, su nombre creó un comercial en el que mostraba que los cambios eran positivo y que el cambiar de nombre no representaba peligro alguno para sus clientes. En pantalla vemos a Elle McPherson, Ringo Starr, Bruce Willis y Alice Cooper, quienes muestran porqué los nombres importan. Este comercial alcanzó 13.4 millones de dólares.

 

La marca de cerveza Guiness, para celebrar su 80 aniversario, desarrolló uno de los comerciales más creativos de la industria, con la idea de la cadena de domino que atravesaba un pueblo entero; con muebles de verdad que asemejaban fichas de domino; dan forma al icónico vaso que vemos en su logotipo. Crear este comercial tuvo un costo de 16 millones de dólares.

Diseñado bajo la estética cineasta, el comercial que anunciara el Chanel No 5, costó a la mundialmente  famosa marca de perfumes, 33 millones de dólares. La cantidad no es exorbitante si consideramos que Nicole Kidman aparece en él; el comercial se desarrolla en el espacio suficiente para relatar una historia digna de la gran pantalla y con el potencial suficiente para ser considerado una pieza de arte.

Si algo une a estos comerciales, además de sus altas facturas, es que gran parte fueron presentados en uno de los eventos deportivos más importantes de Estado Unidos, por lo que la inversión hecha es bien representada, por la cantidad de audiencia alcanzada, por cada uno de estos anuncios.

@38consumer

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