La mercadotecnia tiene formas que van desarrollando y/o evolucionando, de acuerdo con las necesidades del mercado y de las empresas, bajo el único objetivo de mejorar y aumentar los índices de ventas de un producto o servicio.

Hoy hablamos del marketing oculto.

Una de las formas más eficaces para establecer un producto o servicio, en la mente de los posibles  consumidores, es creando situaciones que no se perciban como publicidad a los ojos de los consumidores. La idea del marketing oculto reside en que no se transmite desde una fuente o con intención comercial, sino que viene de una concepción común; es decir de un acto rutinario.

Este tipo de mercadeo se aplica en segmentos del mercado más finitos y puede crear ambientes controlados, con resultados más cualitativos, por ejemplo en 1864, un empresario ruso dedicado a la fabricación y venta de coñac, contrató a un grupo de estudiantes para que visitaran bares en Moscú, con la finalidad de pedir coñac; el resultado en beneficio del empresario, fue en poco tiempo, y con gran margen de ganancias.

Un ejemplo de nuestro tiempo, podrían ser los vídeoblogs, en donde el blogger use prendas o muestre productos de ciertas marcas, que en todo momento aparecen en el primer cuadro de la toma, sin mencionar sus nombres. Podríamos decir que es una nueva forma de patrocinio.

Quienes trabajan con el marketing oculto enfrentan algunos riesgos, de los que destacamos que, en algunos países, existen legislaciones que prohíben estas prácticas, los resultados no son fáciles de medir y no es viable para todos los sectores del mercado y/o industria.

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