Sin duda alguna, los niños son el mercado más indefenso para la publicidad, debido a la ingenuidad que los caracteriza, los niños representan un gran interés para las empresas y las marcas, ya que ellos son consumidores de fácil influencia y constituyen al mercado del mañana. Los hábitos de compra de los niños se ven afectados directamente por sus familias, amigos y compañeros de escuela.

Los niños crecen expuestos diariamente a un sinfín de anuncios publicitarios en televisión, en radio, en Internet… etcétera; para el 82% de los niños, la publicidad que ven en televisión o Internet es la principal razón para pedirles a sus padres, que les compren cierto producto.

Un niño de tres años de edad ya reconocer marcas, aunque aún no sabe distinguir entre comerciales y programas de televisión, además, ignora que los anuncios pretenden venderle algo.

A la edad de cinco años, los niños van adquiriendo la habilidad de gastar y administrar su propio dinero, aunque este sea muy limitado, y ya son capaces de pedir permiso para comprar cosas en la tienda.

Cuando los niños alcanzan la edad de ocho años, ya son capaces de realizar las compras por si solos, y de influir en sus padres para que estos compren cierto tipo de productos de su preferencia.

En México, seis de cada diez niños guían sus compras, dejándose llevar por la moda, y cinco de cada diez niños prefieren los productos con algún personaje en el empaque.

Según Silvia Rosas Cordero, gerente de mercadotecnia de Build-A-Bear Workshop, comento que: “Las promociones y activaciones para niños,  funcionan casi cuatro veces mejor, que las que están dirigidas a adultos o adolescentes”. “Ellos no saben si es caro o barato, lo que les importa es que les guste lo que les estás ofreciendo”.

Una de las activaciones que mayor éxito ha tenido es la de Ford, a pesar de que su target no está constituido por niños, la marca tiene muy claro que los niños tienen un gran poder de influencia y que los niños de hoy, serán su mercado meta de mañana.

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