Escoger el nombre comercial es parte del marketing estratégico de una marca. Pensar en un nombre es uno de los primeros pasos en el proceso para crear una empresa, es de suma importancia porque será la manera con la que los usuarios identifiquen la marca.

El nombre tiene que ser claro, conciso, que se pronuncie con facilidad y que transmita los valores de la empresa.

En muchas ocasiones los comerciantes o integrantes de una empresa consideran que cambiar el nombre de la marca es una estrategia necesaria y se le conoce como rebranding.

Utilizar esta estrategia tiene costes que no se deben tomar a la ligera, como son la pérdida de notoriedad y los valores que por tantos años se habían logrado crear.

Las razones para cambiar la marca son diferentes, pero es común que se produzcan por la baja de ventas y/o clientes. Los motivos para hacerlo son los siguientes:

• Los resultados no son lo que se esperaba. Es necesario analizar qué es lo que no sirve, si se debe al producto que se ofrece o al público al que se dirige, para modificar lo que no está funcionando y lanzarlo con otra marca.
• El nombre actual está asociado a una mala reputación. Se pudo haber tenido un problema con el producto, causa de muchas quejas de los clientes o se ha creado una mala fama alrededor de la marca.
• La imagen de la marca es distinta a lo que se estaba buscando. El público no identifica correctamente el nombre de la marca ni los valores que se planean comunicar.
• El nombre de la marca no se pronuncia con facilidad en el idioma o lenguaje. Esto puede ocasionar que se pida de manera incorrecta o se busque mal en Internet, la originalidad a veces suele ser peligrosa.
• Existe una similitud del nombre con el de otro mercado. Si este nombre es parecido o es muy conocido y tiene mucho reconocimiento, esto puede dar lugar a una confusión y es posible que se pierdan los esfuerzos del marketing.
• Las sociedades terminan separándose y es evidente que se tiene que lanzar una nueva marca porque aparece una nueva empresa.
• Debido a causas ajenas a la marca y que están siendo obligadas a realizarlo, como la promulgación de alguna ley o un grave problema que se pueda asociar al nombre.
• Después de muchos años en el mercado, la marca se consolida, pero ya no tiene reconocimiento.

Lo bueno de cambiar el nombre de una marca es que se puede actualizar la imagen comercial a las tendencias y tecnologías de hoy en día. El nombre identifica los valores que se desean vender.

Es muy aconsejable relanzar la actividad de la empresa, sobre todo si se está experimentando una dinámica negativa de ventas.

Como conclusión, dentro de las técnicas del marketing estratégico, a pesar de que ocurra una pérdida de todo el posicionamiento de mercado logrado hasta cierto momento, también supone un relanzamiento importante de la actividad empresarial, así que habría que analizar qué conviene más para la mejora de la marca, cambiar de nombre no es algo que se soluciona de la noche a la mañana.

Fuentes:

Rebranding: ¿por qué las marcas cambian de nombre?

https://expansion.mx/mercadotecnia/2019/04/11/por-que-las-empresas-deciden-cambiar-de-nombre