Para planificar una estrategia de marketing es necesario decidir qué canales de comunicación se van a utilizar, cuántos contenidos se van a crear y cuáles serán las pautas de publicidad, sin embargo, la descripción del público objetivo está únicamente basada en rangos de edades y niveles socioeconómicos. A pesar de que esta información es importante, son sólo el principio para ubicar a las personas a las que se quiere llegar.

Existe un factor en la preferencia del público que son los denominados buyer persona, éstos ofrecen la clave para conocer a los clientes a profundidad, y así se pueda decidir qué se necesita para que miren hacia la marca y se fomente su misma permanencia.
Un buyer persona es un perfil ficticio basado en datos reales de clientes, se trata de la personificación del cliente perfecto para una empresa. Podría decirse que es una representación semi-ficticia del consumidor final, que está hecha a partir de su información demográfica, comportamiento, necesidades y motivaciones. Finalmente, es ponerse en los zapatos del público objetivo para entender qué necesitan de una empresa.
Es necesario definir a un buyer persona para que la marca tenga un idea más clara sobre cuál es el tipo de cliente ideal, para así poder enfocar, planificar y llevar a cabo estrategias y campañas de marketing lo más eficientes posible. Crear a un buyer persona resulta beneficioso porque:
- Ayuda a comprender con profundidad cuáles son las prioridades de los clientes potenciales de hoy en día.
- Sirve para crear y planificar campañas y contenidos importantes para ellos.
- Conocer cuándo, cómo y dónde se debe comunicar con ellos.
- Definir cómo se tiene que hacer los productos o tipos de servicios que pueden cubrir sus necesidades.
Una de las particularidades importantes para el buyer persona es el “dolor” o también llamado “pain”, que se le llama así a la necesidad, motivación o preocupación que el producto o servicio pueda solucionar. De esta forma, cuando conocemos el dolor del cliente ideal, podremos descubrir cuál es la motivación que le impulsa a hacer una búsqueda en Google, por ejemplo.

Entonces, para crear un buyer persona es necesario realizar una recolección de datos para sus estudios, por lo que es importante conocer el perfil de los clientes, incluyendo consumidores y prospectos, centrarse en aquellos que ya han comprado en tu empresa y se han dado cuenta del valor que tiene el producto. A partir de encuestas cuantitativas y cualitativas se pueden obtener datos mediante entrevistas, grupos focales, etnografía, etc.
Como conclusión, un buyer persona es la herramienta perfecta para que nuestros consumidores se vuelvan más cercanos, comprendiendo sus deseos, necesidades, dolores y de qué forma es que nuestra marca le puede ofrecer un valor. Así podremos producir contenidos más relevantes y direccionados.
Fuentes:
https://www.inboundcycle.com/buyer-persona