En la entrega pasada, hablamos de cómo los sentidos son una herramienta esencial para que las marcas puedan posicionarse en la mente de los consumidores, por medio de la creación de experiencias sensoriales, que les permitan vincular a la marca o producto con sus sentidos.
Asimismo, detallamos la función que tienen los sentidos del oído y la vista, en el marketing sensorial, así como algunas de las técnicas más usadas por las marcas, por ello a continuación indagaremos más a fondo sobre el papel que ejercen los sentidos del tacto, el gusto y el olfato, en el impulso de compra. ¡Acompáñanos!
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Tacto
El tacto es el sentido que nos enseña a que vivimos en un mundo que tiene profundidad, que es tridimensional y contiene contornos, es decir, nos ayuda a comprender la vida tal cual es. Pero además, es básico al momento de adquirir bienes, ya que es un puente entre la idea y la acción de compra, por medio de la interacción entre el consumidor y el producto.
Por medio de este sentido, es que los consumidores pueden conocer la textura, tamaño, materiales, peso, etcétera, con las que cuenta un producto; experiencias esenciales en la compra de artículos como: ropa, alimentos y tecnología.
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Gusto
Este sentido es uno de los que más contribuyen a despertar o potencializar los otros, además, el gusto está vinculado con las emociones, por lo que suele influir en cambios de humor, pero sobre todo en cómo se percibe la marca.
En el marketing el gusto es uno de los sentidos más difíciles, pero con mayor potencial, puesto que no todos los consumidores están dispuestos a probar lo que se ofrece, porque además, es el sentido menos desarrollado.
Sin embargo, es posible no solo aplicar el gusto al mercado de productos comestibles, por medio de degustaciones, ya que existen empresas que han llevado este sentido hasta su mercado, por medio de tarjetas de presentación comestibles, una idea que funciona para darse a conocer, y permanecer en la memoria del consumidor.
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Olfato
El Aromarketig o marketing olfativo, se encarga del uso de aromas en los negocios, con el fin de recrear emociones e influir en el comportamiento, así como en la decisión de compra de los consumidores. Asimismo, el Aromarketing funciona a la perfección para mejorar el ánimo, tanto de clientes como de empleados.
Muchas marcas usan los aromas para crear “odotipos”, que son aromas específicos, que representan a la marca, con el fin de reforzar su identidad, y que también facilitan la transmisión de la misma.
En el mercado online, el Aromarketing también a comenzado a tomar fuerza, por medio de acciones como: aromatizar los paquetes que van a ser enviados, regalar velas con el “odotipo” de la empresam o por el simple hecho de enviar, junto con la compra, el perfume original de la marca. Una idea innovadora y creativa.