Desde hace unos años, con la evolución tecnológica y digital que llegó con las computadoras y el internet, el marketing ha modificado “ligeramente” la forma en la que percibimos ciertos productos o servicios, y aunque sea cuestionable esta práctica, en realidad es algo que se hace constantemente. Pero ¿en qué medida lo hace con la comida?
La mercadotecnia se conoce como el proceso de creación y comunicación de servicios y/o bienes a cierta población o usuarios para anunciar y, a fin de cuentas, convencer a una persona de adquirir cierto ítem, por lo que a veces su estrategia se presenta como una forma “alterada” de esos bienes y/o servicios, produciendo algo que se conoce como “marketing engañoso”.

Se supone que existen ciertos organismos gubernamentales e inclusive, en algunos países hay paraestatales que se encargan de revisar y regular toda la información que se presenta en las campañas de publicidad.
Una de las técnicas más populares y que se ha viralizado en los últimos años es la fachada que toman muchos productos de la industria de la comida rápida en Estados Unidos y en el mundo. A través de maquillaje, colocación del producto, posición, añadidos de estética como gotas de agua, marcas de parrilla y diversos objetos que ayuden a la dimensión, los alimentos lucen mucho más grandes, mucho más sabrosos y mucho más apetitosos en la imagen publicitaria.

La sorpresa es genuina y muy evidente, pues el producto que le entregan a cualquier cliente en el mostrador poco o nada se relaciona con su representación gráfica en las campañas tanto de comerciales como en los anuncios que se colocan alrededor de su establecimiento. En realidad esto parece estar justificado por la improbabilidad de que una comida luzca exactamente idéntica a la que te dan en una de sus sucursales, sin embargo, el marketing ha afirmado indirectamente su participación en ello.
Con países en todo el mundo cuyos índices de obsesidad y sobrepeso infantil han aumentado exponencialmente en los últimos años, el marketing tiene que decidir cuál será su ética de comunicación, ya que hasta ahora debe considerarse como uno de los responsables de que todos esos números aumenten. Tanto el Estado como las empresas transnacionales también deben asumir su responsabilidad en todo este proceso.
Fuentes: • http://www.simplyhealth.es/el-marketing-alimentario/• https://www.merca20.com/filtran-ingredientes-de-una-hamburguesa-de-burger-king-acusan-de-publicidad-enganosa/• https://www.america-retail.com/usa/aumentan-las-demandas-a-marcas-estadounidenses-de-alimentos-con-publicada-enganosa/• https://www.lavanguardia.com/comer/tendencias/20210125/6190243/son-alimentos-mas-enganosos-supermercado.html• https://www.youtube.com/watch?v=mV94cibOTcs