El mundo del marketing y de la comunicación abarca cada vez más volumen, tanto que es muy difícil controlarlo por completo. Dentro de esta gran masa de posibilidades existe una que lleva muchos años de la mano con los conductores de todo el planeta.
Estamos hablando de las vallas publicitarias, aquellos carteles enormes y luminosos que en ciudades y carreteras buscan vender productos y servicios diversos.
La eficacia de las vallas publicitarias es muy baja, pero siguen siendo de gran utilidad para ciertas campañas, sin embargo, ahora podrían ir incluso dentro de los coches.
Ford, la empresa constructora de automóviles, lo ha planteado como una nueva técnica para incluir publicidad en sus carros.

Gracias a esta tecnología, hay posibilidades de que los contenidos se produzcan en grupo. Las agencias de publicidad y las empresas que son dueñas de los sistemas de información que se usan en los coches podrían proyectar esquemas publicitarios.
Además videos y presentaciones gráficas más complejas podrían ser reproducidos cuando la cercanía de un cartel los active.
Entonces, mezclando el sistema de detección de señales de tráfico y los sistemas HUD (un sistema de proyección en el parabrisas que nos da información relevante para la conducción) Ford tiene como propósito utilizar esta tecnología para visualizar la publicidad personalizada de las vallas publicitarias de carretera en el HUD. Vallas que contienen un anuncio personalizado únicamente para los usuarios del carro en cuestión y que se muestre adentro.
Lo anterior se lograría con un esquema que anticipa el uso de las cámaras para detectar los carteles y mostrar el contenido en las pantallas del vehículo. Así, se esperaría poder aumentar la cantidad de información, además de ofrecer alternativas interactivas para el propio usuario.

Al mismo tiempo, esta nueva tecnología puede resultar un arma de doble filo. Es positiva porque provee de gigantescos recursos económicos a las marcas que lo usen en sus modelos, pero es negativa porque implica problemas éticos en cuanto a pertinencia de los mensajes y crear posibles distracciones para el conductor.
Sin embargo, no hay que olvidar que se trata de una patente; Ford patenta bastantes innovaciones que por distintos motivos terminan sin hacerse públicas y accesibles para todos. A pesar de que es posible que esto nunca llegue a los vehículos de los usuarios, es probable que algún día esta publicidad sea parte de nuestra vida diaria.
Fuentes: