
Hoy en día todos conocemos los efectos negativos que trae fumar, está por demás enlistar las múltiples enfermedades que se pueden desarrollar, puesto que se han desarrollado campañas mediante gobiernos y Organizaciones No Gubernamentales para mostrarlos al público.
Resulta que este conocimiento no estaba al alcance de todos en la década de los 60, cuando se comenzaron a mostrar anuncios de cigarrillos de tabaco en la televisión, en la radio y en las películas, se formó una imagen en donde las personas que fumaban eran importantes o interesantes.
Si alguna vez has visto una película de Pedro Infante te podrás dar cuenta de este fenómeno, casi todo el tiempo se encuentra fumando, estas imágenes transmitían al público un sentimiento de identificación en donde si quieres ser como el debes de fumar tabaco.
La industria tabacalera siempre ha tenido evidencia científica de las enfermedades que provoca el fumar, sin embargo, utilizaban campañas para cuestionar los resultados científicos, haciendo dudar de la propia ciencia y minimizar el problema.
Cuando los gobiernos intentaban hacer prohibiciones en el consumo del tabaco, se utilizaban campañas en donde convertían estos intentos por mejorar la salud pública en intentos de restringir la libertad de fumar en cualquier lugar.
Hoy en día se tienen leyes mucho más rígidas en cuanto al consumo del tabaco, tales como el no consumir tabaco al interior de lugares cerrados como salones de clase, oficina, transporte público, las nuevas generaciones normalizan este comportamiento y no lo pueden concebir de otra manera, sin embargo, en generaciones mayores parecía algo absurdo en su momento.
Por último, tenemos el caso de la Norma Oficial Mexicana que obliga a las tabacaleras a mostrar explícitamente imágenes de las enfermedades que puede provocar el consumo del tabaco para desalentar su consumo.

Fuentes: