Las aerolíneas mexicanas están con el grito en el cielo porque Emirates Airlines, una compañía árabe, pretende entrar en el país a competir directamente con las nacionales, empezando con Aeroméxico que cerrará su ruta México- Shanghái por la misma razón.
Poniendo en contexto la situación, resulta que Emirates Airlines es conocida a nivel mundial porque compite respaldada por subsidios de más de 52 billones de dólares que pone de su bolsillo el gobierno de Emiratos Árabes Unidos, algo con lo que ninguna aerolínea extranjera puede competir porque respalda impuestos, combustible, insumos, etc.
La Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA) ha pedido al gobierno mexicano que haga algo por, si no frenar, al menos regular la llegada de esta empresa al país, pues con las condiciones en las que opera se trataría de un caso claro de competencia desleal que pondría en riesgo millones de empleos.
Francisco Gómez Ortigoza, director técnico de ASPA, habló en entrevista sobre el peligro de permitir que empresas extranjeras vengan a México a competir con ventajas que no tienen las empresas nacionales, pues eso derribaría una industria enorme que ya de por sí enfrenta una situación difícil debido a los altos costos de la aviación, problemas sindicales y el tema del NAIM.
Por otro lado, ya se ha visto la intervención de Emirates Airlines en otros países, pero a diferencia de lo que sucede en México, allá sí han sabido evitar la competencia desleal para no poner en jaque a sus propias industrias, de manera que la irrupción de la compañía árabe ha sido bastante limitada y bajo condiciones muy estrictas.
Gómez Ortigoza hizo énfasis en la pérdida de al menos 500 empleos mexicanos por cada ruta cerrada, lo que significa que si Emirates Airlines empieza a competir en directo con rutas que llevan las aerolíneas mexicanas, como está pasando con México-Shanghái, la afectación podría ser enorme.
Sólo en México sucede que el gobierno cierra las puertas a la iniciativa privada nacional y las abre de par en par a los extranjeros. No se sabe si es un asunto de corrupción o de conflicto de interés, pero el caso es que están queriendo invadir territorio que empresas mexicanas, entre ellas algunas de las mejores del mundo, tenían perfectamente cubierto.