No es una exageración afirmar que el mundo, el ser humano y muchos aspectos que nos rodean están sufriendo una crisis: cambio climático, huella de carbono, recesión económica, pobreza extrema en crecimiento, caza y alteración de los ecosistemas para el bien de una minoría. Son sólo algunos de los problemas más inmediatos que se han agravado considerablemente en los últimos años.
Lo cierto es que muchos de estos problemas son causados por las grandes compañías, por los gobiernos y el sector privado de la humanidad que busca reconfigurar ciertos espacios y/o recursos para beneficiarse de ello. Por ello, en los últimos años, se ha hecho mundialmente popular una estrategia de publicidad en las que las marcas lanzan productos o servicios que buscan combatir esta clase de problemas.
Desde reducción del uso de polímeros dañinos hasta campañas para limpiar el océano, las marcas se han visto obligadas a “volverse verdes”.

No obstante, la realidad más inmediata nos ha demostrado que esto no es suficiente, ni para los seres humanos ni para los usuarios, quienes cada vez demandan que las empresas se hagan cargo de sus propios residuos, que utilicen sus recursos para en realidad ejercer un cambio dentro de la sociedad que los apoya.
Frente a este panorama realmente complejo ha surgido el activismo de marca. Este término hace referencia al papel de liderazgo que tiene una marca dentro del proceso de cambio social, económico, ambiental y algunas veces económico de una comunidad, usualmente de aquella de la que forman parte sus empleados.
A diferencia de las campañas verdes y de causas sociales, mismas que sirven para atraer a más clientes, demostrando un interés genuino en beneficiar ciertos motivos, el activismo de marca se distingue de lo anterior porque esto se tiene que ver reflejado en la visión de la marca, en la definición de un propósito específico que exprese cuál es su servicio a la comunidad, cuáles son sus valores y la transparencia en el comportamiento de la empresa conforme avance y gane recursos.

En los últimos años los expertos en la materia han declarado que el posicionamiento y crecimiento de las marcas no es suficiente, sino que para captar la atención de las nuevas generaciones es necesario proponerse cambiar y buscar soluciones a los conflictos que azotan al mundo desde hace años.
Por ello el activismo de marca se ha posicionado como uno de los elementos más eficientes para el crecimiento de una compañía. A partir del ajuste de su visión y sus valores, además de las acciones directas en busca de soluciones, las marcas podrán forjar sus campañas a partir de ellas, volviéndose una marca efectiva dentro del activismo de marca.
El activismo de marca supone diversas ventajas: tanto para la compañía en sí misma que quiere crecer como para el ser humano y sus condiciones de vida. ¡Todos salimos ganando! No cabe duda de que a veces hay que exigirle ciertos comportamientos a las empresas.
Fuentes:
- https://es.wikipedia.org/wiki/Activismo_de_marca#:~:text=El%20activismo%20de%20marca%20es,el%20proceso%20de%20cambio%20social.
- https://atalayar.com/content/activismo-de-marca-o-corporativo-en-qu%C3%A9-consiste-por-qu%C3%A9-te-interesa-y-c%C3%B3mo-puedes
- https://www.agorarsc.org/activismo-de-marca-nueva-estrategia-de-marketing/
- https://mariajosebarragan.com/activismo-de-marca/